Tanto si estáis planeando una viaje más largo como una visita más corta en Toscana, Pisa es siempre una parada obligatoria. No podéis dejar de visitar esta ciudad acompañados de un guía turístico para hacer de vuestra visita un recuerdo inolvidable. Rica república marítima del pasado, hoy en día, mitad de los visitantes provienen ya de todo el mundo. El complejo de Plaza de la Catedral, conocida como Plaza de los Milagros, es Patrimonio de la Humanidad y en ella se encuentran edificios de una inestimable belleza e importancia: la catedral, el baptisterio, el camposanto y el campanario, conocido como la Torre Inclinada.
Recorreréis vía San Paolino deteniéndoos a observar la estatua y la casa natal, hoy convertida en un museo, del compositor Giacomo Puccini. Seguiréis hacia la Plaza de Iglesia de San Miguel en Foro del siglo XVII. De allí, continuaréis hasta la Plaza de San Martín en la que encontraréis la catedral de San Martín; ésta posee en su interior numerosas obras de arte como el Crucifijo de madera de la Santa Faz (Volto Santo, en italiano) del siglo XVIII, o la tumba renacentista de Ilaria del Carretto , esculpida por el artista mundialmente conocido Jacopo della Quercia. Paseando por pequeños callejones medievales llenos de pintorescos negocios, se llega a la Plaza del Anfiteatro, caracterizada por tener una forma elíptica cerrada, y donde transcurre la vida animada por las señoras sentadas allí a charlar y de niños jugando al fútbol. Finalmente, visitaréis la Basílica de San Frediano y desde allí podréis realizar el típico paseo por las murallas de la fortaleza de la ciudad.
Una bicicleta de alquiler es una opción fantástica para hacer un tour por esta ciudad, tanto para adultos como para niños. El guía os llevará por los lugares más interesantes de la ciudad, terminando finalmente en la parte superior de las murallas de la fortaleza. Ésta fue construida por la gente de Lucca en el siglo XVI para defenderse de los ataques de los florentinos, aunque en realidad nunca se usó para este propósito. Desde la fortaleza se puede ver la Torre Guinigi, construida en la Edad Media por la familia Guinigi, así como otros edificios de interés artístico de la ciudad. Alrededor de la fortaleza se ve un foso impresionante, hoy en día es un terreno completamente cubierto de hierba. En la distancia, se puede observar una llanura que llega al Mar Tirreno, y las montañas, los Alpes Apuanos y Apeninos. La avenida arbolada en la parte superior de la fortaleza representa el camino de "salud" preferido por la gente de Lucca para correr e ir en bicicleta.
Tour Clásico: La catedral y el Palio (2/3 horas) El centro histórico de Siena está caracterizado por las torres y los palacios de las ricas familias medievales y renacentistas, como el Palacio Salimbeni y Palazzo Tolomei, y las calles que una vez los peregrinos recorrieron para llegar hasta la catedral. La Catedral de Siena está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, y cuenta con una decoración robusta en mármol. Y es que su suelo, en el cual trabajaron innumerables artistas durante al menos 170 años, está decorado con incrustaciones de mármol y graffitis, un completo recorrido didáctico muy interesante para todos los visitantes. En el lateral, todavía se puede ver lo que se convertiría en la nueva fachada de la Catedral de Siena, la catedral más grande del mundo, incluso más que la de Florencia. Desafortunadamente, no fue posible completar el proyecto debido a una terrible plaga de 1348 que diezmó a dos tercios de la población de Siena. Por último, vuestro guía os llevará a Plaza del Campo, una plaza con forma de concha, única en su género, y donde tiene lugar el "Palio "(entre el 2 de julio y el 16 de agosto de cada año), una carrera de caballos en la que participa toda la población de Siena.
Recorrido desde la Basílica de Santo Domingo, donde Santa Catalina de Siena solía reunirse con los peregrinos del norte de Europa en su camino a Roma (su cabeza se guarda aún como una reliquia en una capilla), hasta la casa donde vivió la Santa cuya predicación se extendió tanto en toda Italia que, junto con San Francisco, fue elegida como Patrona de Italia. La visita continuará con la Catedral de Siena y el Púlpito de Nicola Pisano y, finalmente, se terminará en la Plaza del Campo, donde cada año diez de los diecisiete distritos de Siena compiten en la que probablemente sea la carrera de caballos más famosa del mundo, el Palio di Siena.
Ciudad medieval construida en lo alto de una colina y rodeada de murallas medievales, se convirtió en un importante nudo de comunicaciones a través de la Vía Francígena para los peregrinos cristianos que viajaban desde las ciudades del norte de Europa a Roma y los Estados Pontificios. Durante la Edad Media, la producción de azafrán fue una de las industrias más florecientes. Hoy en día San Gimignano es conocido en todo el mundo por sus particulares torres, también llamada La Ciudad de las Torres o el Manhattan de la Toscana, así como también por su vino blanco llamado Vernaccia. Interesante para visitar en esta ciudad son las torres medievales, que ya se pueden ver desde lejos, la Plaza de la Cisterna, el Palacio municipal y la Plaza de la Catedral, en donde podrás observar los frescos de Ghirlandaio que representan a Santa Fina, joven de la zona que se proclamó patrona de San Gimignano por los milagros realizados. Más escondida, aunque sin duda algo que no hay que perderse, es la plaza y la iglesia de San Agustín, en su interior, el pintor Benozzo Gozzoli representó en un fresco la vida de San Agustín. Otro agradable paseo nos lleva hasta la fortaleza, desde donde podremos disfrutar de unas vistas inmejorables y tomar unas fotos preciosas.
“Monteriggioni di torri si corona”, canto XXXI (en español: Monteriggioni de torres se corona), así ha sido citada la ciudad por el poeta toscano Dante en el Infierno. Esta localidad es el ejemplo más significativo de una ciudad amurallada medieval en la Toscana. Fue fundada por la gente de Siena en la cima de una colina en 1203 para frenar los ataques de los florentinos. ¿Qué se puede hacer en Monterrigioni? ¡Muchas cosas y todas muy interesantes! Por ejemplo, caminar por las murallas y admirar el paisaje; visitar el museo de la armadura que contiene reproducciones fieles de las armas y armaduras de la época Medieval, y en donde los niños pueden probar algunas armas y armaduras; visitar también la pequeña Colegiata de Santa María Assunta y, por último, cómo no podría ser de otra forma, disfrutar de una buena comida en uno de los restaurantes de su pequeño centro histórico.
Pueblo construido sobre el río Elsa y convertido en un importante centro mercantil, en la Edad Media, Colle Val D'Elsa fue famoso por la industria del papel. Ya a partir del siglo XIX desarrolló una importante industria de vidrio y cristal soplado. En la actualidad, produce alrededor del 90% del cristal producido en Italia. El casco antiguo se extiende sobre una colina con murallas medievales todavía muy bien conservadas. En la cima de la ciudad, nos encontramos una antigua cisterna circular, mientras que bajando de camino hacia el valle nos encontramos con la casa-torre de Arnolfo di Cambio, arquitecto de la Catedral de Florencia, del Palacio de la Señoría y de la Basílica de la Santa Cruz, edificios emblemáticos de la ciudad de Florencia.
Gracias a la belleza y a la disposición geométrica de sus plazas y edificios, Pienza es conocida como la ciudad ideal, es considerada una perfecta representación urbana de los ideales del Renacimiento. El Papa Pío II de la familia Piccolomini, nacido en el pueblo de Corsignano, decidió transformarlo en una "ciudad real" dándole el nombre de Pienza, derivado de su nombre Pío. La Catedral y el Palacio Piccolomini son ejemplos perfectos de la arquitectura renacentista. Pero Pienza, aparte de arte e historia, ofrece también una gran variedad de quesos elaborados con leche de oveja y cabra, conocidos en todo el mundo como el queso pecorino de Pienza.
Pueblo medieval de origen etrusco en el que destaca su imponente fortaleza y el impresionante Palazzo dei Priori. Es famoso en todo el mundo por sus vinos, especialmente, por el vino conocido como Brunello di Montalcino. En las cercanías, se encuentra el complejo monástico de La abadía de San Antimo, una visita muy recomendada.
Gracias a su belleza natural, artística y cultural, este valle ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Os encontraréis con paisajes de colinas desnudas, con hileras de cipreses y con pueblos medievales muy pintorescos. Además, tendréis la oportunidad degustar vinos famosos de esta zona. Este valle está formado por Pienza y Montalcino y otros pueblos que, aunque son menos conocidos, son muy interesantes, como Castiglione de Orcia, San Quirico de Orcia y Bagni Vignoni.
Ha sido construido sobre una colina entre los valles de los ríos Chiana y Orcia, y se trata de una importante ciudad etrusca. Por a su posición estratégica, fue objeto de largas disputas entre Siena y Florencia. En 1511 pasó a formar parte del dominio de los Medici, y los hermosos palacios renacentistas construidos posteriormente por las familias nobles, le hicieron llevarse el título de la Perla del siglo XVI. La ciudad es conocida en el mundo por su vino Nobile di Montepulciano. Recomendamos una visita a una de sus bodegas históricas y una degustación de vinos y productos locales. ¡No os arrepentiréis! En las afueras del centro histórico de la ciudad se encuentra la iglesia, o templo, de San Biagio, una excelente obra renacentista de Antonio de San Gallo el Viejo.
Esta pequeña y preciosa ciudad de la costa toscana, rica desde la antigüedad por sus yacimientos minerales, es una joya que no os podéis perder y que os sorprenderá por su catedral románica de San Cerbone del siglo XII, sus castillos y fortificaciones, sus estrechas calles con cuestas hacia arriba y hacia abajo, y sus impresionantes vistas que van desde las colinas, hasta la costa y las islas del mar Mediterráneo.
Estas tres localidades se encuentran al sur de la Toscana y son extraordinariamente bonitas. Pitigliano, está situado sobre una montaña de toba volcánica en la que se abren bodegas centenarias. En el siglo XVI, este pueblo albergó a una gran comunidad judía que había sido expulsada del Estado de la Iglesia y, a día de hoy, todavía se puede encontrar allí una sinagoga. Sorano, con sus edificios rocosos excavados en la toba, nos recuerda a Matera, una famosa ciudad del sur de Italia. Este pueblo también conserva el gueto judío en la zona donde en el pasado se encontraba también la sinagoga. Estar en Sorano es transportarte en el tiempo, destaca por su entorno natural todavía virgen y sus altos muros de toba rodeados de árboles centenarios. El centro histórico de Sovana es una joya que no hay que perderse. Esta localidad fue conocida como importante centro etrusco, como un pueblo medieval y renacentista, así como la sede episcopal. Esta localidad nos transporta al mundo etrusco: podremos descubrir “Il Cavone” en la necrópolis etrusca de Sovana; y visitar “Le Vie Cave” o “Tagliate”, antiguas carreteras rupestres talladas al aire libre en las colinas de toba.